-¿Diga?
-Soy yo.
-¡Ey! ¿Qué tal? Te noto apagada, ¿qué te pasa?
-...
-Tia, ¿estás bien?
-No, porque soy estúpida, o prudente. No lo sé.
-¿Por qué? ¿Qué ha pasado?
-Tia, me ha vuelto a pasar. He ido a su bar, me he sentado en la mesa de al lado de la ventana de siempre para pedir un café, esperando que se acercase para hablar con él.
-No me digas que...
-Sí, efectivamente.
-Pero tia...
-Ya lo sé, soy idiota. He preferido salir, volver con la soledad donde el aire ondea mi melena, antes de que llegase a mi mesa.
-No puedes seguir así, tienes que hablar con él.
-No sé si podré.
-¿Por qué?
-Porque hay una muralla de hielo inquebrantable que me separa del resto del mundo.
-¿Y por qué no esperas a que sea verano?
-Porque ya es otoño y, para el próximo verano, ya viviré en un iglú.
Y cuanta gente vive ya en un iglú? u.u
ResponderEliminarEn mi tierra se suele decir, que solo hay que echarle poca verguenza a la vida... :)
ResponderEliminaraunque a veces en la vida hay algo más que la verguenza... pero bueno, por algo se empieza a dejar que nos comiencen a conocer...
(K)
Por supuesto, ya dare la talla en nombre de España jajaja
ResponderEliminarTe agrego yo tb :P que no sabia que tenias un deste tambien!